Te deseo lo que yo tuve

Puede sonar raro. Normalmente los padres queremos para nuestros hijos «una vida mejor». Pero reina, hoy estuve pensando en esto, y lo mejor que te puedo ofrecer, es todo aquello que yo tuve.

Te deseo unos padres que te amen y que se amen. Te deseo una familia y un hogar  en donde el amor no sólo se sienta, pero se vea y se escuche. Te deseo unos padres que te dejen vivir y que sepan cuándo decir «no», porque también diciendo no es que van construyendo las alas que necesitarás luego para volar.

Te deseo una familia grande. Te deseo abuelos. Te deseo tíos y «tíos» que te llenarán de cariño toda tu vida, te darán abrazos cuando los necesites y te harán reír el resto del tiempo.

Te deseo primos y hermanos. Y amigos que serán hermanos, y hermanos que serán amigos.

Te deseo un corazón enamorado. Que sea de los que se rompen pero encuentren las piezas para volver a armarse, un corazón reciclable que no se dé por vencido, porque el verdadero amor llega más de una vez, pero el amor de tu vida llegará cuando menos lo esperes. Te deseo un amor como el mío. Una pareja que te ame y te respete, alguien con quien reír, llorar; alguien con quien conversar y callar.

Deseo que encuentres una carrera que te apasione. Que te guste lo que haces, que el trabajo no sean las peores 8 horas de tu día. Deseo que seas feliz con lo que haces y con lo que dejas de hacer.

Y te deseo salud. Más que nada, te deseo salud. Para que puedas disfrutar de todo esto. Para que puedas vivir todas las experiencias que te tocarán, para que juegues, corras y saltes. Para que seas mi hija para toda la vida.